jueves, 24 de enero de 2008

Los valores de una sociedad

Tiempo atrás escuché en la televisión a la británica de origen iraní Doris Lessing, premio Príncipe de Asturias de Humanidades 2001 y Nobel de Literatura 2007. Hablaba de los valores que se están perdiendo en el mundo y ponía como ejemplo la sociedad, en la España medieval, de judíos, musulmanes y cristianos, que convivieron en armonía intercambiando su conocimiento durante algunos siglos, hasta que la intolerancia acabó con aquella prosperidad cultural. Me impresionaron sus palabras, que por ser llanas y razonables estaban envueltas de sabiduría. Poco después Federico Mayor Zaragoza, que fue Director General de la UNESCO y actualmente preside la Fundación para una Cultura de Paz, el Grupo de Alto Nivel para la Alianza de Civilizaciones y es miembro del Comité de Honor de la Coordinación internacional para el Decenio de la no-violencia y de la paz, argumentaba el conocimiento, la empatía y la tolerancia como base de una formación humanística necesaria en una sociedad cada vez más egoísta.

Los valores se pierden porque perdemos la memoria colectiva de los hechos ocurridos en el pasado, porque las experiencias que debieran enseñarnos a corregir nuestros errores no las analizamos, porque no nos nutrimos intelectualmente de pensamientos filosóficos, porque no aprendemos de otras culturas, porque no aceptamos distintas actitudes ante la vida que no sean las nuestras, porque no viajamos lo suficiente... Como decía hace años mi profesora de la universidad María Eugenia Ron: —Viajar te abre la mente—. Y es verdad. Yo me repito esta frase porque la asumo como parte de mi manera de entender la vida.

Pero no sólo viaja en los medios de transporte. También se viaja leyendo. Cuando el autor expresa lo que vive, lo que piensa, lo que desea, a veces se siente uno identificado con algún hecho concreto y rememora parte de su vida en lo que lee. A mí a veces me ocurre.

Hay libros sobre viajes o que describen lugares que me han causado una grata impresión: Caminos de Herradura, de Frederic Remington; Cómo encontré a Livingstone, de Sir Henry M. Stanley; Corazón de Ulises y Vagabundo en África, de Javier Reverte; Cuadernos de montaña, de Eduardo Martínez de Pisón; Del Orinoco al Amazonas y Diario de viaje a España, de Alexander von Humboldt; Diario y aventuras en Nootka, de John R. Jewitt; Ébano, de Ryszard Kapuscinski; El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad; El libro de los viajes, de José Salvador y Conde; El viaje a la felicidad, de Eduardo Punset; El viaje prodigioso, de Manuel Leguineche y M. A. Velasco; El último diario del Dr. Livingstone, de David Livingstone; Excursiones al Guadarrama, de José Fernández Zabala; Los árabes de las marismas, de Wilfred Thesiger; Las montañas de la Luna, de Sir Richard Burton; Los Pueblos y Castilla, de Azorín; Nuevo viaje de España. La ruta de los foramontanos y La vía del Calatraveño, de Víctor de la Serna; Primer viaje alrededor del globo, de Antonio Pigafetta; Paisaje y excursiones. Francisco Giner, la Institución Libre de Enseñanza y la Sierra de Guadarrama, de Nicolás Ortega; Rutas de zooarqueología, de Francisco Bernis; Viaje por España y Portugal, de Jerónimo Münzer; Viajes, de Marco Polo; Viajes por Marruecos, de Alí Bey; Vida del Almirante Don Cristóbal Colón, de Washington Irving o la Antología poética que, acerca de viajes, escribiera Antonio Machado.

A todos sus autores quiero agradecer que hicieran tan grandes libros.

Felipe Castilla

lunes, 21 de enero de 2008

Urgente: Noticias desde Kenia

Poco antes de que acabara el año, todos los medios de comunicación se hicieron eco de una ola de violencia que se había desatado en Kenia. Esta situación comenzó a raíz de unas elecciones que apuntaban haber sido fraudulentas según información del grupo de observadores internacionales.

Poco a poco, la noticia ha ido dejándose de lado y las portadas de los diarios y los avances informativos han dado paso a otros titulares. Sin embargo, la situación en Kenia está muy lejos de haberse normalizado.

La Fundación Escenarios de Sostenibilidad tuvo la oportunidad de viajar a Kenia con el propósito de grabar un documental. De ese viaje quedan contactos, amigos, en definitiva personas, que ante la situación actual de desesperación en la que se encuentran no han dudado ponerse en contacto con la Fundación denunciando lo que está ocurriendo y pidiendo ayuda.

Uno de estos amigos está en el hospital debido a la "brutal tortura" a la que fue sometido por parte de la policía (entre otras cosas tiene un tiro en la pierna). Su casa ha sido quemada, han matado a sus padres y a su hermano. Estar en el hospital le está costando muchísimo dinero, por lo que le van a tener que sacar de allí. El médico que le atiende nos comenta la posibilidad de alojarlo en su casa, aunque lo tiene difícil, pues es mucha gente la que necesita refugio.

Nos piden ayuda económica para poder pagar hospitales, alimento...

Otra persona, de un poblado Masai al sur de Kenia, cuenta que su comunidad se ha tenido que desplazar hasta la frontera con Tanzania. No tienen alimentos, pues las carreteras están cortadas y las tiendas cerradas. Tampoco tienen fuente de ingresos, pues se dedicaban al turismo, y todos los viajes con destino Kenia están siendo cancelados. Su otra fuente para sobrevivir es la ganadería. Actualmente hay una gran sequía en el país. Ellos se han trasladado a la frontera con Tanzania por un lado para intentar buscar pastos más verdes y por otro para poder acceder a los comercios y comprar los alimentos básicos para poder sobrevivir.

Estos son algunos ejemplos de noticias que nos llegan de primera mano sobre lo que está ocurriendo. Son muchos los desplazados a otros territorios dentro del mismo país, muchos los desplazados a otros países fronterizos, muchos los heridos que llegan hasta los hospitales (según nos informa un médico en Kisumu, cada segundo llegan grupos de pacientes que necesitan ser atendidos), muchos los muertos, muchas las familias que no pueden conseguir los alimentos más básicos, porque las tiendas han sido cerradas. Tienen que desplazarse muchos kilómetros a pie para poder comprar en las grandes ciudades o en los países fronterizos; muchas personas se han quedado sin fuentes de ingresos porque se dedicaban al turismo y los turistas han sido evacuados del país, o se dedicaban al comercio y las carreteras han sido cortadas, o sus negocios han sido saqueados; Son muchos los que se han quedado sin hogar y buscan refugio por que su casa ha sido quemada...

En fin hace falta ayuda, de todo tipo, pero desde la distancia como mejor podemos ayudar es con aportaciones económicas, para que puedan comprar alimento y medicinas sino en el propio país, pues a veces no es posible, sí en los países fronterizos.

Desde la Fundación se ha habilitado una cuenta para recaudar fondos.

Podéis hacer vuestras aportaciones en:

FUNDACIÓN ESCENARIOS DE SOSTENIBILIDAD

Solidaridad con el pueblo Keniata
La Cuenta es de Caja Castilla La Mancha CCM
Número de Cuenta: 2105 0043 35 1290011509


¡Gracias por vuestra colaboración!

****** Protegemos la identidad de las personas que nos ha informado por seguridad.

jueves, 17 de enero de 2008

Kenia: Web habiltada para denuncias y ayuda

Esperando que la crónica internacional no olvide los acontecimientos de Kenia, les informamos de una página web keniata, dispuesta para que cualquiera pueda denunciar actos violentos, crímenes de lesa humanidad y contactarse con instituciones para dar ayuda: El sitio es www.Ushahidi.com




Via: NetoRatón2.0

miércoles, 16 de enero de 2008

Papiroflexia

Una animación de Joaquin Baldwin, para comenzar a mirar el 2008

Refugiados de la Tierra