Molesta la patera, el cayuco, cuando llegan, cuando pasean por parques o venden "La Farola" que nunca entregan.
Molestan cuando afean los rincones de las ciudades limpias de la bien pensante Europa.
Molestan cuando piden, debajo de los mares de plásticos, un salario, una cama o la dignidad de su trabajo.
Molesta su diferencia, su singularidad, su color, sus ropas, sus miradas, pero sobre todo el derecho a la sonrisa.Molestan cuando afean los rincones de las ciudades limpias de la bien pensante Europa.
Molestan cuando piden, debajo de los mares de plásticos, un salario, una cama o la dignidad de su trabajo.
No molestan entre tanto no nos manchan sus guerras, sus enfermedades, su sed o su hambre.
No molestan mientras sean invisibles, mientras el silencio de sus gritos de rabia no nos lleguen.
No molesta el Día Mundial de África, si el coltan, el petroleo, el gas, el uranio, la madera, el te, los diamantes y sus paisajes nos lleguan sin incomodar el sesteo de nuestra indiferencia.
No molesta el Día Mundial de África, si el coltan, el petroleo, el gas, el uranio, la madera, el te, los diamantes y sus paisajes nos lleguan sin incomodar el sesteo de nuestra indiferencia.
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