¿Hemos pensado alguna vez que los medios de comunicación que dominan y controlan las noticias que recibimos han sido creados por los que tienen suficiente dinero para montarlos? Las grandes agencias internacionales y los grandes magnates (o mangantes, debiera decir) son responsables de un buen porcentaje. ¿Hemos reflexionado acerca de quiénes son los dueños de los periódicos que se regalan? Noticias gratis, entretenimiento gratis… ¡qué forma tan fácil de dirigir la opinión pública! “Regalándola”. ¿Para qué, entonces, vamos a ser críticos y elegir qué periódico comprar?
¿No son discutibles algunos programas y cadenas que son defendidas por los políticos que nos gobiernan? Yo a veces me indigno de lo que se vierte en los medios, de lo que se quiere vender, de lo que domina e influye para que la gente tome partido. Somos tan influenciables que muchas veces estamos seguros de algo porque “lo han dicho en la tele” (la radio acaso tiene menos credibilidad para defender o asegurar una postura u opinión). Sólo hay que ver la programación de la televisión para darnos cuenta del porcentaje de programas informativos, culturales, de entretenimiento…
El incremento de la telebasura pone de manifiesto la necesidad del espectador a evadirse de los problemas familiares, laborales, afectivos o sociales (actitud muy humana). La idea de que todo va mal: efectos del cambio climático, guerras en otros países, tensiones y atentados en Oriente medio, nacionalismos varios… nos hace rechazar consciente e inconscientemente el flujo de información en ese sentido. Nos dejamos llevar…
Felipe Castilla